IAM
Instituto Argentino
de Musicales
Ricky Pashkus
Fernando Dente

El Instituto Argentino de Musicales es una escuela integral para la formación de artistas orientados al teatro musical. Este proyecto educativo, con la dirección de Ricky Pashkus y Fer Dente, tiene como premisa principal permanecer en la ruta de la excelencia educativa del teatro musical. Consta de tres años de formación intensa en el que el artista es formado como un atleta.

IAM es la unión de personas con diferentes miradas que aportan lo mejor de los campos de los que provienen y tienen objetivos comunes. Nuestra misión es brindar una educación donde convivan disciplina, creatividad, teoría, experiencia y educación humanista. Brindamos nuestro aporte al camino de la formación y la pedagogía artística como método de expansión e inserción laboral.

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Ricky Pashkus

Durante mi vida he abierto varios proyectos, pero toda tarea que emprendo en el fondo tiene un matiz educativo. Siempre fui consciente de lo que me faltaba y creo que esto fue educación. La educación artística es particularmente compleja; requiere libertad, método, y capacidad para ordenar y desordenar. Además, necesita de los obstáculos para el crecimiento del artista.

Todos somos artistas o podemos serlo, pero no todos pueden hacer todo lo que hay que hacer ni tienen todo lo que hay que tener. El arte es una manera de vivir, un desajuste, una curiosidad constante y obsesión continua. La imposibilidad de dejar de hacer lo que amamos aunque nos haga sufrir nos define, y a esa imposibilidad la llamo vocación. Es una elección inevitable hacia una vida poética que quizá siempre duela, pero es un dolor elegido y amado, un privilegio. Creo que el éxito de un artista está ahí, en dar ese salto.

Con Fernando nos conocimos hace mucho. Somos de otra generación con otro ímpetu; hablamos de cosas distintas y decimos las mismas cosas. He decidido volver al ruedo esta vez junto a él porque quiero ser atravesado por lo que sucede hoy y por las nuevas formas del lenguaje. Buscamos una EDUCACIÓN que implique transmitir, transitar y desarrollar una mirada del mundo: el actor como eje, la danza y el canto como tronco, y el teatro musical como camino.

Fernando Dente

Fernando Dente

Tengo siete tatuajes y crecí convencido de que nunca me iba a tatuar. Como el huevo o la gallina no se que fue primero: si decidir tatuarme o haber encontrado lo que me quería tatuar. ADVENTURE fue lo primero que inmortalice en mi piel. La aventura era algo que me había acompañado siempre. Fue una gran aventura decidir dónde y cómo formarme. Desde los 10 años fui probando y dejando que me guien distintos maestros y distintas disciplinas; simplemente siguiendo mi intuición fui llegando a maestros maravillosos que fueron tallando lo que soy hoy. Había muchísimas cosas que no sabía, pero había una que tenía muy en claro: si me formaba con los mejores había más posibilidades de que me convirtiera en lo que yo quería, ser el mejor que podía ser. La excelencia siempre fue un norte para mí más que un resultado a conquistar.

Así fui llegando a distintos estudios, y armé mi propio proyecto educativo al cual iba modificando con el tiempo dependiendo de mi auto evaluación. Nunca estudié actuación, ballet o canto para musical. Siempre estudié actuación para actores, ballet para bailarines y canto para cantantes. Creo que eso fue clave y estoy convencido que hoy es lo que todos deberían hacer para convertirse en profesionales del arte. Nunca tuve (aunque me hubiera encantado) una clase de integración donde te enseñan a poner a convivir las tres disciplinas. De eso me tuve que encargar yo solo en mi casa frente al espejo o en mis primeros trabajos. Fue fascinante y riesgoso.

En los últimos 15 años formé parte de los espectáculos musicales más importantes que se produjeron en Buenos Aires, tuve el honor de trabajar con directores increíbles y productores excepcionales, y creo poder asegurar que disfrutaron tanto ellos como yo de transitar los proyectos juntos, motivo por el cual volví a trabajar con ellos varias veces más.

Descubrí algo que fue intuitivo pero imprescindible al camino paralelo a mi formación como artista, mi formación personal. Fui cultivando mi capacidad de desarrollo personal y mis valores, y en ese camino encontré a Ricky. Desde los 17 años cuando nos conocimos en High School Musical, mi intuición me dijo que él era alguien en quien podía confiar, consultar y contar. Alguien que me iba a ser de una utilidad invaluable para ese momento de mi vida. Así se fue convirtiendo en mi mentor y afinando mi camino de formación profesional. Encontré a un Maestro con una capacidad envidiable de correrse del centro y pensar para el otro. En este caso: “para mí”. Poder armar un proyecto educativo con el hoy después de casi 15 años de conocernos, no hace más que demostrarme que nuestro encuentro no fue casual y que podemos expresarnos de maneras distintas, pero los dos hablamos de lo mismo.

Hoy empieza una nueva aventura y acá estamos diciéndote que pondremos todo de nosotros en nuestro proyecto educativo para para que surja una nueva generación de artistas que no busquen solo reflejar géneros, modas, ni tendencias, sino que sean simplemente los artistas que tienen que ser, los mejores que pueden ser; líderes positivos de cada propuesta en la que participen que entiendan que nuestro arte no es nada si no un hecho colectivo.

Maestros estables

Alfredo Staffolani
Yoska Lazaro
Fabiana Mozzota
Paula Staffolani
Cristina Osses
Julia Garriz
Federico G. Betancour
Ana Pastore
Vero Pecollo
Sandy Brandauer
Cecilia Estevez

Pablo Juin
Lisa Queti
Dai Chorni
Sofía Vasapollo
Rodrigo Malpezzi
Ceciclia Figaredo
Patricia Baca
Eugenia Gil Rodriguez
Matías Ibarra
Esteban Rosenszain
Silvana Tomé

Lali Vidal
Agustina Berenguer
Gaspar Scabuzzo
Agustín Konsol
Bruno Delucchi
Manuela Perín
Leandro Becker
Cecilia Estevez
Priscilla Rocca
Marina Svartzman
Juan Pablo Schapira

Fede Fedele
Gustavo Monje
Camila Mansilla
Paula Fanelli
Lucia Perdigon
Camila Polidori
Camila Meilerman
Agustina Vera
Sandy Brandauer
Ana Pastore
Luna Schapira